martes, 20 de octubre de 2009

Hay que ver, hace mucho que no escribo aquí. No encuentro la paz necesaria para ello, las cosas tienen que ser cuando deben. No me gustan los grises cuando no son necesarios, si lo son, embarrarse en ellos es fascinante pero cuando no son necesarios el blanco está bien y el negro mejor. El mundo debería de moverse por cosas necesarias como el disco que estoy escuchando de Bill Evans con Chet Baker, necesario para que el mundo no sea un horror. No sé cuánto dinero habré gastado entre comidas, transporte y ropa, alrededor de 450€ Estaba contento porque estaba controlando mucho los gastos hasta que tuve que comprar maldita ropa de trabajo. Los días se resumen a ir a clase, hacerme la comida y estudiar y cuando puedo me salto alguna clase para dormir un rato más y estudiar otro rato más, es algo verdaderamente monótono y desesperante. A lo que hay que añadir el estrés de eso, estar comprando ropas dos días antes de un par de exámenes, que Internet no funcione correctamente en ningún sitio, etc...todo son pequeños problemas e inconvenientes que sumados todos son sinérgicamente inaguantables y me vuelven loco. Como estaba hasta los putos cojones el viernes me fui a un cumpleaños, que no estuvo mal, fue curioso, yo estaba ahí como antropólogo viendo costumbres festivas de otra especie y tengo que reconocer que en el último momento pasé media hora muerto de la risa con una estupidez. Y el sábado me fui a una fiesta de Erasmus un rato con el neoyorquino. El resto de Erasmus de mi universidad no querían venir porque al día siguiente era el Salón del Chocolate. Así no se puede ser Erasmus. El caso es que estábamos hechos polvo y no bailamos ni nada, acabamos los dos de cháchara y jugando al poker, no me apetece explayarme más. Mi único momento realmente feliz de la semana, además del rato de risa en el cumpleaños, fue el domingo justo después de darme una ducha, eran cerca de la una o dos de la tarde, abri la ventana de par en par y aunque hacía muchísimo frío me tumbé en pelotas mojado en la cama porque daba el sol de lleno en mi cama y calentaba mucho y muy agradablemente. Me puse a Van Morrison y me sequé como si estuviera en la playa. Eso y cuando escucho a Neil Young en el metro, por la calle o cuando vuelvo a casa.

Me encanta que en mi salvapantallas se alternen fotos de Monica Bellucci con dibujos de Ralph. Ojalá pudiera ser Ralph para comerme el pegamento. Tengo pegamento. De marca Carrefour, claro. Es morado (fruta) pero cuando lo extiendes en el papel es transparente. Es guay.

¿Cómo será ir al psicólogo en francés? Seguro que un descojone.

Me apetece comer lechuga.

Escuchando: Bill Evans & Chet Baker - How High The Moon
Gasto: 500€ Aprox.
Gasto Acumulado: 676€ Aprox.

viernes, 9 de octubre de 2009

He ido a clase, seríamos nueve o diez. En el otro grupo de M2 que tenía clase eran dos. Me he hecho el pescado en el microondas porque la cocina (eléctrica) no funcionaba. Todos estos días ha habido minicortes de luz, por eso no quito la batería del portátil nunca. Anoche mismamente, pensé que se había jodido el interruptor de la luz de arriba y del baño por la humedad, porque el resto de enchufes funcionaban, pero no, era cosa de la luz de todos, al menos de esta planta. Comeré algunas mierdas enlatadas que tengo por aquí, lo que me toca los huevos es que cierren la cocina entera y tenga que lavar los platos en el microlavabo que tengo porque paso de subir y bajar ochenta veces tres pisos para estas tareas. Que me haya tocado un piso con cocina es una suerte. Voy al supermercado.

Iba a ir al D'Orsay pero finalmente he optado por ir a ver la Madeleine, esto de que cierren a las seis las cosas por norma general me mata, si como en casa, la sobremesa de paz y descanso no me la van a quitar, pero eso incluye la jodienda de que se acerque la hora de cierre. Parecen andaluces estos franceses. La iglesia me ha gustado bastante, más por las esculturas que por otra cosa, es decir, el lugar por dentro está muy bien pero las esculturas le suman muchos puntos tal y como están dispuestas. El órgano ha sonado varias veces como si un niño lo estuviera aporreando y la gente se ha acojonado. Habrá varios conciertos en los que sonará el Requiem, me gustaría ir al del 17 pero precisamente esa noche es la de la supuesta próxima fiesta. Paseo por el barrio de la Ópera, veo algunas galerías y pasadizos muy bonitos. La Ópera por fuera, impresionante. Llego a una plaza cuyo nombre no recuerdo ahora mismo y que no me apetece mirar en la que está a un lado el Ministerio de Justicia y al otro tiendas de Dior, Chanel y demás marcas ultraexclusivas, la rue de la Paix sigue en la misma linea. Me entran ganas de ser tremendamente rico y poder entrar ahí a comprarme ropa y vestirme como un lord inglés que sale a cazar por sus tierras, también me gustaría comprar joyas y vestidos para algunas mujeres. El día que sea millonario, mis amigas me lo agradecerán, estoy seguro. Me pierdo un poco a propósito, no mucho porque siempre sé dónde está el río, y acabo delante del Louvre. Es viernes y abre hasta las diez de la noche así que entro pero solamente en el hall de entrada y en algunas tiendas haciendo estudio de pósters disponibles y precios con el objeto de ver con qué decoraré mi cuarto. Salgo y vuelvo a casa, un paseo de poco más de dos horas me ha dejado hecho polvo, me hago mayor.

El libro que estoy leyendo, El Mago, cada vez me gusta menos, tiene cerca de 600 páginas y me quedarán unas 100. El primer tercio me gustó y recordé el sms que me mandó Christian hace mucho comparando el libro con una especie de derivado del Lobo Estepario en una versión más optimista y vital. Comprendo esa sensación al principio. El segundo tercio es el declive del libro en el que tiene algunas escenas que me han gustado bastante, lo reconozco, pero que la irrealidad del conjunto hace que tanta arena movediza no me exaspere como al protagonista sino que me produzca tedio y desinterés. Para irrealidades me enchufo un ácido y me pongo algo de buena música, no me paso semanas leyendo cientos de páginas. Tengo demasiado vistas y reflexionadas ese tipo de historias como para que me pueda gustar una que me ocupe mucho tiempo y con este libro llevo un mes. En fin, veré qué me depara el final, seguro que es una sorpresa llena de fuegos artificiales y muy bueno, el problema, es que ya no me importa nada, lo sigo leyendo casi por inercia para acabar esta fase de introducción del año. Porque los años empiezan en Septiembre.

He empezado a ver Perdidos. Dos capítulos, es decir, el piloto. Por ahora me la suda mucho y no me produce adicción alguna.

Ahora que lo pienso, el cierre de la cocina tiene algo positivo, espero no tener que soportar a los vecinos incivilizados haciendo el semibotellón habitual de los fines de semana entre la cocina y la escalera que está a 50 cm de mi puerta y a 2 m de mi cama. Entropía + Vida, again. O no, qué coño, un buen látigo medieval con sangre seca de infieles de aquellos timpos, que hay que reciclar.

Escuchando: Nada.
Gasto: 25€
Gasto Acumulado: 176€

miércoles, 7 de octubre de 2009

El lunes compré un abono semanal porque no sé cuándo me va a llegar mi abono y esto es una sangría de pasta (18€), ayer compré unas mancuernas y un aislante para hacer algo de ejercicio (52.5€), hoy he hecho la compra (28€). Hay que ver la cantidad de pasta que me gasto en comer, me gasto más comiendo en casa que en la universidad, solamente por el segundo plato cuando me hago filetes de vaca, pollo o cerdo, es una ruína. Del pescado mejor ni hablamos porque es un dineral. No he ido a clase esta mañana y a la mitad de la tarde, yo pensaba ir toda pero en el descanso he ido a ver a Catherine para que me ayudara con ciertos problemas: necesitaba mi Learning Agreement para hacer la matrícula en España, el sistema no me dejará hacerlo y tendré que enviar un e-mail a los de la oficina internacional, es como lo de Simyo, sé lo que pasará pero aún así tengo que pasar por todo el protocolo gilipollesco de "no funciona", encima cuando ambas partes sabemos que no funcionará...si tuviera un racimo de bombas H lo gastaría entero en destruir toda la logística y burocracia inútiles que hay en el mundo, el problema es que más que algo físico: oficinas, personal, aparatos...es algo mental, dentro del funcionamiento de la mente del hombre y la sociedad modernas. Sigamos. También hay un problema, parece que el taller de auditoría que había cogido no está en los horarios de dentro de unas semanas, seguramente me dirán "lo hemos cancelado" y tendré que acogerme a la oferta, que parece que de unos ocho se ha reducido a cuatro. Esto me recuerda que todas las clases de negocios-economía que tengo, Control de Costes, Business Project Management, Calidad y Certificación Empresarial y alguna más que habrá por ahí (el futuro taller)...que son a las que falto en general, me parecen todas iguales y que tienen el mismo problema que el de la logística y bombas H, todo es demasiado complicado y muy parecido, son un laberinto de mierdas más orientadas a la optimización de la estupidez y complejidad mental de la gente que a la simplificación del sistema, que es realmente lo que lo haría óptimo y eficiente. Es gastar tiempo, energía e información (las bases de la Realidad) en hacer que las cosas que deberían ir bien vayan bien, en lugar de rediseñarlas bien, es parchearlas, controlarlas, ralentizarlas, complicarlas.... El mundo es una (puta mierda) gran máquina que ya carece de sentido alguno en muchos aspectos, la cantidad de capas de abstracción y/o de control innecesario que se han superpuesto son un auténtico cáncer. Bakunin, vuelve de la tumba y sálvanos a todos. Sigamos. Hubo un jaleo con un paquete con el que no quiero entrar en detalle y que es precisamente por el mismo problema, me dieron un papel de aviso de que tenía uno que podía recoger y otro, con una caligrafía ilegible que decía que tenía uno y que podía recogerlo en X. Tanto papel que parecía que había dos paquetes y solamente había uno. Mismo cáncer. Si no llega a ser por una conversación de casi 20 minutos que tuvo la pobre mujer con los de la empresa de transporte no lo aclaramos, no era problema de que lo hubiera yo entendido mal con mi escaso francés.

[Kit Kat] Me duele mucho la espalda de arrastrar ayer los 20 kilos de maleta de mancuernas desde el Decathlon por la calle y el metro[/Kit Kat].

Sigamos. Luego he estado un largo rato precorrigiendo las redacciones de francés e inglés con ella, tendría que corregir los errores pero ya no me acuerdo. Normal. Lo que sí recuerdo es que me ha dicho que tengo que adecuar el modo de escritura a lo que quiero expresar, que resumiendo es: utiliza más el "Desde mi punto de vista" y derivados. Lo que no está bien es tener que decir "desde mi punto de vista la tradición de comer uvas en Nochevieja es inútil si se consideran sus finalidades biológicas*". Es decir, comer uvas en Nochevieja es, como muchas otras, una tradición de mierda que no sirve para nada (en su día sirvió para el stock blabalbalbla), no enriquece al ser humano en ningún aspecto, es una excusa estupidizante como muchas otras en las que participamos. Lavarse las manos antes de comer no es una tradición inútil desde ese punto de vista, evitar el incesto tampoco lo es, etc... Hay tradiciones y tradiciones, con sentido natural y con sentido estúpido. Y es así. No es que lo diga yo. Es que es así.

Por eso no he vuelto a clase, porque se ha acabado antes de que yo saliera de su despacho.

He tenido el pensamiento típico de niño en el que imagino metiendo todo tipo de cosas en el microondas. Vivas. Tengo 26 años. Pero hace tres semanas que tengo un microondas así que no me preocupo por semejantes pensamientos de psicópata.

Sigo imaginando a la gente del metro bailando coreografías de Michael Jackson, lo que me recuerda que no he practicado ni una sola vez el Moonwalk desde que estoy aquí, cosa que quería aprender. Tampoco tengo casi sitio en la habitación, la verdad, ni un pasillo de espejos ni una cámara de video para corregir los defectos.

Esta mañana al salir de la ducha empecé a escuchar un sonido al que no hice mucho caso durante los primeros segundos. En los siguiente segundos hizo que pensara que iba a ver a la Luftwaffe en breves instantes. Era una alarma de bombardeo. Tal cual. Mismo sonido, misma cadencia, misma intensidad (lo he visto en muchas películas y reportajes de Una Corresponsal de Guerra). Al segundo aviso del que fui consciente me asomé por la venta esperando ver el cielo como si hubiera retrocedido casi setenta años en el tiempo y en lugar de París, estuviera en el Londres bombardeado día sí, día también. Pero no, la gente iba feliz por la calle y no hacía caso a las toneladas de explosivo que iban a desparramar sus miembros por la calzada. Pensé en que tendría que meterme en la habitación de la lavandería para protegerme, en el sótano psicótico y horrible. Decidí entonces quedarme a morir destrozado, como en el Day Of Defeat, por un proyectil, mientras defendía mi habitación con...la mirada...cual campanario en el que estaba el francotirador de Salvar Al Soldado Ryan. Mucho más digno que morir aplastado en una lavandería por los escombros. El caso es que al final supongo que era el ruido de una obra cercana y mi fantasía bélica se esfumó.

Sé que tuve otro pensamiento muy absurdo uno de estos días, me hizo reirme solo en el metro de lo gilipollesco y chalado que era pero ahora no lo recuerdo. Quizá sea el acento inglés de los franceses pero creo que no, de eso me río todos los días.


*Si algún comentario va del rollo "comer fruta es bueno", no sé si lo admitiré. De lo que estoy seguro es de que cuando vuelva a Madrid buscaré a esa persona para pegarla con...la cosa que han puesto en Plaza de Castilla. Más bien le pegaré a él/ella contra la cosa. Cosa. Aún sigo sin saber qué coño es esa cosa y por qué está ahí. No el porqué de la causa sino el porqué del sentido. Quizá el sentido sea pegar a alguien contra ella.

P.S: Morado es fruta.

Escuchando: La tormentaza de ahora mismo.
Gasto: 98€
Gasto Acumulado: 151€

domingo, 4 de octubre de 2009

Semana anodina en lo que a clases se refiere. Me tomo ciertos descansos en algunas clases que considero inútiles, no lo haré siempre para poder estar un poco al loro de si hay que hacer prácticas o algo. Por fin tengo tarjeta bancaria, no sin el típico incidente propio de mi suerte. Los astros se aliaron para que las casualidades malignas parecieran hechos lógicos benignos y lo que era entregar un papel se convirtió finalmente en una mañana perdida. Cargué mi móvil por fin. Un mes para conseguir estas dos cosas básicas, tiene cojones. También he confirmado que no puedo asistir al fin de semana en Bretaña donde va toda la universidad menos ¿15...20 personas? que no iremos. ¿Mala suerte? No sé qué es eso, no. He empezado a tener clases de Multimedia, que concretamente es Flash, penosamente organizadas planteadas y completamente fuera de lugar en mi especialidad. Para qué cojones quiero yo saber hacer videojuegos de flash de mierda ¿para programarlos y luego jugar a ellos en las clases inútiles como esa misma? Falta el Oráculo de The Matrix por aquí para seguir con las paradojas.

Dios, estoy escuchando a Janis Joplin y es extasiante. Bueno, sigo.

El miercoles por fin quedé con Mariano, nos dimos un paseo y nos contamos un poco nuestra vida, él lleva aquí ya tres años viviendo y se maneja bien. Cenamos en un japonés más de fideos que de sushi. Me gustó. Ayer le vi otra vez, cuando quedé con algunos internacionales para la Noche en Blanco aquí en París. Lo de entrar en cualquier sitio imposible, colas infinitas igual que en Madrid, lo que sí que estaba peor era que en muchas zonas donde deberían de haber cortado el tráfico, no lo hicieron y era un caos, vi a más de un policía fuera de sus casillas incapaz de organizar las mareas de coches y de personas. Después de un pateo infinito, de evitar pagar 7€acos por una Guinness en un bar por el Barrio Latino en el que los internacionales ignoraban el concepto "botellón" mientras Mariano y yo bebíamos Heineken en la calle, acabamos pateando again hasta Chatelet y una vez allí resultó que era yo el que había tenido la idea de ir allí, me enteré en ese mismo momento, y no supimos qué hacer. Las noches de fin de semana parece que son iguales en todo el mundo, caminar sin saber a donde vas y finalmente regresar a casa con un gran interrogante en la cabeza. Decidieron que iban a ir a un sitio al noreste al quinto pino a patinar sobre hielo. Me gusta dar con la realidad en las narices a la gente y les expliqué lo lejos que estaba, que seguramente sería un barrio de mierda y que cómo coño se les pasaba por la cabeza encontrar sitio allí. Eso hizo que las polacas se fueran a casa, je. Con el resto no sé qué pasó al final, espero que lo pasaran bien. Mariano se fue a recoger a su novia y para su casa, yo me fui solo a dar un paseo a ver si en la Torre Eiffel había algo. Paseo muy largo para nada, llegué y aquello parecía más la dimensión desconocida que la Torre Eiffel en la Noche en Blanco parisina. Absolutamente nada, solamente cuatro matados dando paseos como yo por ahí, algunas parejas eternas y cuatro tíos vendiendo recuerdos. Incluso a las 2 de la mañana están, hay que reconocerles su empeño, dedicación e infinita habilidad de ser tocacojones (vida+entropía, gracias). Se suponía que el metro funcionaba toda la noche, yo a todo esto no lo había cogido desde por la mañana cuando fui a clase (sí, tuve clase a las 8:15 de la mañana un sábado...me dan ganas de destruir el mundo cuando lo pienso), así que esperaba que así fuera. Pero no. Y estaba realmente a tomar por culo de mi casa y me dolían los pies. Así que tocó hacer la aventura solitaria en bici. Creo que subí varios puertos de categoría especial sin razón y al final llegué a casa chorreando sudor. Eran las 3 y media de la mañana y no tenía más remedio que hacer la colada porque si no, hoy, me habría resultado imposible. Así que a las 4 de la mañana lavando la ropa: olé, olé y olé. Y no fregué los cacharros y me puse a hacer más tareas de hogar porque hacía ruido y yo respeto a la gente que duerme cuando soy consciente de mis actos.

Me he despertado a la 1, el viejo yo vuelve a nacer. He comido, he visto Life, he barrido y limpiado un poco y ahora llevo un rato escuchando rock 'n' roll encerrado en mi celda ordenada y silenciosa. Redescubro a un buen compañero de visiones ontológicas y literarias, esta vez de forma sonora. Charlamos juntos con el diablo mirando al cielo que no se decide sobre el color que quiere vestir lo que queda de tarde. Soy un yonki de mí mismo. Haré unas gestiones en Internet y luego iré a los Campos de Marte donde me encontraré con José, que por fin, ha conseguido llegar a la mitad de su caminio hacia Berlín.

Cada día soy más consciente de la incomptabilidad mental, de edad y de todo que tengo con la gente que me ha tocado encontrar en París hasta el momento. Y mi incapacidad comunicativo, mi disfrute en solitario, no son buenos aliados para cambiar eso. Para compensar las faltas de excursiones, conexión y todo este tipo de chorradas importantes o no, el día 17 por el lazo de Nancy que me voy a una fiesta Erasmus en un barco por el Sena. Porque, amigos, esa Nancy es algo serio.

Escuchando: Lou Reed - Coney Island Baby
Gasto: 33€
Gasto Acumulado: 33€

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Una de la mañana. Me encontré con José en el pilar sur de la Tour Eiffel, charlamos, me cuenta su viaje y sus peripecias con el gran complejo amateur tecnológico de puta madre que lleva montado en el coche. Mola un cojón de pato. Le cuento mi vida en este último mes, resumida, mi vida, no es que se la cuente resumida, es que hay poco que contar. Conduce y recorremos aleatoriamente París hasta acabar en una calle cerca del Louvre donde nos tomamos una cerveza hablando mientras vemos mujeres elegantes pasar salpicadas por algún travelo extravagante que debería de estar en museo expuesto en el MoMA. Coche y llegamos al Quartier Latin. Una microcena callejera y pateo por las diferentes zonas para encontrar algún sitio al que ir. Después de un par de vuelos de reconocimiento y una casi entrada a un garito de Jazz, acabamos en un pub cualquiera de una calle del barrio aturistado. Como es domingo por la noche, es lo único que hay y a pesar de ser una zona consumida por los visitantes, el bar es agradable. 12€ por un Gin Fizz con un pianista y una cantante que tal y como cantó una canción concluímos que era española (Buenas versiones de Four Non Blondes y de la Credence). No me parece caro. Conversación decente, loable porque él llevaba despierto unas 30 horas de las que más de la mitad las había pasado conduciendo. Éstas son las cosas que quiero hacer y que no he encontrado a nadie aún con quien hacerlas aquí. También está el factor "somos amigos" pero el más importante no es ése, sino el "somos dos personas que piensan" al que se añade el "gustos e inquietudes similares". Foto fantasmal delante de Notre-Dame y vuelta al coche. Nos deseamos suerte, para los dos será un año importante y que ante todo nos enriquecerá personalmente más de lo que puede uno podría pensar antes de verse inmerso.

Cambiando de tercio. El mejor aspecto que tiene mi residencia, más bien mi habitación, es su orientación. No sé cómo funcionan los cambios de orientación de la Luna dependiendo de sus fases, si se repiten, cambian con las estaciones, etc... pero las dos lunas llenas que he vivido aquí han sido maravillosas. La Luna en esos momentos hace un recorrido similar al Sol y durante unas tres horas entra por mi ventana de forma tan intensa que resulta muy difícil dormir. El placer de tumbarse atravesado en la cama, encender unas velas, poner música y mirar fijamente al cielo no tiene precio. Siempre que me encuentro en situaciones así comprendo perfectamente el origen de la poesía, por la Luna, no por los aderezos estéticos personales. Igual que entiendo perfectamente la fé ciega en un Dios cuando uno está sentado en el interior de Notre-Dame y mira a su alrededor.

Y José dijo: "¡Joder, no recordaba lo bonito que habían dejado los putos franceses esto!" (Pasando por Les Invalides). Y es que París, cuando se disfruta es ciudad, no digna, sino habitable únicamente por seres olímpicos.

Gasto: 20€
Gasto Acumulado: 53€