miércoles, 2 de septiembre de 2009

Llegada

Me voy a quejar hasta la muerte. ¡Síííííí!

Estaba llorando de emoción porque pensaba que no tenía ni Office ni Openoffice pero resulta que el segundo sí lo instalé. Da igual, era la primera vez que lo iniciaba y me dice que actualice no sé qué de Java para funcionar y como estoy en una residencia ratil donde solamente hay Wifi en el Hall pues tiro de Wordpad. Que total, si programo con el Gedit y suelo apuntar mis notas con el Bloc de Notas...viva la sencillez.

Empezaré a contar las cosas desde el momento en que me quedé solo y eso fue cuando iba a pasar el control policial de la T4. Te obligan a llevar en bandejas separadas los cachivaches (¿cuánto tiempo estaré sin poderle decir esta palabra a alguien y que la entienda?) varios y en otra el portátil. Además tenía que llevar el maletín del portátil, la maleta de mano y la tarjeta de embarque entre los dientes como si fuera un cuchillo y estuviera en Vietnam porque no soy Kali y ya con todo lo demás me faltaban las manos. Pues resultó que la amable segurata vio algo raro en mi maleta y me dijo que la abriera, pero el candado decidió que se había roto y que no se iba a abrir. Ni ella, ni yo, ni el guardia civil pudimos abrirlo y al final el tío se lo cargó. Menos mal porque si llego a no poder abrirla al llegar aquí me da un telele. Eso sí, les costó y lo tuvo que hacer a lo burro con unos alicates cutres porque no tenían un instrumento más apropiado, en la T4, la Guardia Civil...pues eso, lo típico. Después de descubrir que la supuesta bomba eran dos tabletas de turrón y dejarme marchar, corrí al baño y lo estaban limpiando, corrí a otro y lo estaban limpiando y a la tercera fue la vencida. No me di una ducha porque no había y estaba asqueroso, porque a esas alturas estaba sudando a mares. Por fin el avión pintado con gilidibujos de la MTV, en el que me leí la Squire de pe a pa porque pasaba de coger el portátil de arriba, al menos me tocó ventana y salida de emergencia y pude estirar las piernas felizmente. Hablé con una señora que tenía al lado que llevaba 42 años viviendo en París y era un pelín impertinente, se le notaba el parisinismo adquirido. La última persona con la que he hablado español. La maletas tardaron casi 30 minutos en aparecer y cuando salí los dos chavales que me estaban esperando estaban ya desesperados. Normal. Por cierto, los aviones cuando giran, se inclinan demasiado y da miedo.

Y menos mal que vinieron a por mí porque vaya jaleo de trenes para salir del aeropuerto y llegar aquí. Da igual, no me enteré muy bien porque me llevaban y estaba sudando la gota gorda al comunicarme en algo que no es ni mi lengua materna, ni ruidos guturales universales como "mmmmprrrrffff" (quiero dormir más), "gññññññ" (joder, qué rabia), "¿ein?" (¿cómo?) o "¡wouauauahhhh!" (esto se lo preguntáis a Chewaka). Los dos chavales, de 21 años, encantadores, menos mal. Hoy he hablado con ellos en inglés, a uno le volveré a ver mañana y me seguirá ayudando, mejor él porque es de Singapur o yo que sé y su acento inglés es muy neutro y se entiende muy bien, el otro, que es un friki-geek de cuidado, es francés y tiene mucho acento al hablar. Por suerte nos hemos entendido muy bien a lo largo del día, estoy agotado de pensar tanto al hablar, casi no me he quejado. Bueno, un poco cuando nos hemos puesto a hablar de universidades. Nos comimos por la tarde una especie de kebab-hamburguesa con patatas (5€) y luego se despidieron. El friki es un tío risueño y majo pero tiene placas base pegadas por su cuarto y le gusta programar. Socorro. En la universidad tienen mil asociaciones chulis y productivas y útiles y todo eso. A mí plim, yo no me apuntaré a ninguna.

Antes de la merienda-cena me ayudaron e hicieron de intérpretes con la mujer de la residencia, también muy amable. El edificio tiene 12 plantas y esto de residencia de estudiantes no tiene nada, es más como un hotel, ya me iré enterando más pero me da que lo "ambiente festivo" aquí no existe. No podré dar cobijo a ningún visitante si no quiero que me decapiten, lo siento. La habitación no está mal del todo, es pequeña: una mesa, una nevera pequeña, una estantería y una cama, todo apretado. Calculo yo que el habitáculo en que están esas cosas no llega a 5 metros cuadrados, se extiende un poco más porque tiene un microbaño incrustado que parece salido de una nave espacial de 2001: Odisea en el Espacio. Es verdoso y prefabricado y va a ser un pifostio el no manchar el suelo porque la ducha, que está casi encima del lavabo, tiene un microdesnivel pero se moja todo el suelo y luego no puedes entrar, etc... El caso es que tengo un microarmario pegado a la puerta y no tiene baldas, está dividido en dos y ya, como si fuera una subresidencia de 2 pisos para enanos que quieren dormir de pie. Ojalá tuviera un Bender de mascota porque sería feliz en el armario raro e inútil. Así que he usado la estantería para poner la ropa. Puede parecer muy horrible pero ver que en la habitación hay cosas tuyas es agradable, antes de deshacer la maleta me estaba deprimiendo por momentos.

Tengo que comprar mil cosas, no voy a poner aquí la lista de lo básico y fundamental. Es curioso lo esenciales que pueden llegar a ser algunos elementos chorras y que pocas veces te has parado a pensar. Como una microalfombrita para poder poner el pie en suelo sin que se te congele y pegue cual T-1000 empapado en nitrógeno líquido. A ver cuánto tiempo tardo en poder encontrar y comprar algo para decorar las paredes porque esto parece una habitación de hospital psiquiátrico...como el que tengo delante. Joder y hay un edifico justo delante de mi ventana que es realmente siniestro, me voy a convertir en Lovecraft. Parecía vacío pero al anochecer se han encendido todas las luces de las ventanas al mismo tiempo o algo así y luego se han apagado todas. Por cierto, necesito una lamparita o un flexo, fundamental porque lo de tener solamente un foco de luz arriba es hoooorrrrroroso.

Me han dicho que me olvide de hablar con los profesores en inglés ¡fieshta! Todo mi curso será en francés ¡fieshta! Han flipado cuando les he dicho que llevo 9 años sin practicar francés ¡fieshta! y casi lo mismo con el inglés porque es la segunda vez que tengo una conversación en inglés de más de un minuto en los últimos 8 o 9 años ¡fieshta! Y aun así va un tío y me pregunta por la calle dónde está no se qué, definitivamente tengo cara de guía turístico vaya donde vaya, en Nueva York me pasó lo mismo ¡y encima los ayudé! pero esta vez he contestado con un murmullo triste en plan Yenesépá y me he ido a casa. ¡fieshta! El lunes empiezo las clases y me han dicho que cada semana los horarios son distintos, que los consulte en la web todos los días porque a veces los cambian con tres o cuatro días de antelación solamente. Que hay semanas que no tendré nada que hacer y otras que moriré porque se juntará todo el trabajo a lo bruto ¡fieshta!

Tendré que pagar 18€ al mes para poder tener Internet en mi cuarto y a saber cuándo vienen y todo porque no tiene nada que ver con la residencia, es una compañía externa. El horror, el horror. Necesito Internet.

Mañana intentaré hablar francés. Un poquito. Socorro. Y seguramente tenga que hacer mi primera incursión a la cocina común (hay una para cada tres pisos). No creo que para mañana tenga utensilios de cocina así que compraré algo de microondas (un nuevo mundo se abre ante mí). Socorro plus remaximizado. He comprobado que cuando cocinan el olor de la comida entra en mi cuarto. Ay. Por otro lado, en uno de los lados de la habitación creo que no tengo a nadie, que es la esquina del edificio pegada a las escaleras así que al menos reduzco en un 25% el posible coñacismo vecinil.

Bueno, ya vale. Ahora un capítulo de una serie y a dormir que mañana tengo que hacer infinidad de cosas. Me lamento de haberlas bajado todas en versión original. En fin, ya me veo leyendo y reictando en voz alta con un placer desbordante las obras completas de Quevedo, que las tengo en pdf, con tal de hablar un poco de castellano.

Escuchando: Ella Fitzgerald & Joe Pass - Sophisticated Lady (Disco)

Gasto: 5 €

Gasto acumulado: 5 €

P.S: Está oscuro y no voy a encender la luz para comprobarlo pero creo que el inquilino anterior era fan de pegar mocos debajo de la mesa porque acabo de moverla y se me han quedado pegadas pizcas de cosas en los dedos.

P.S.2: Las cosas básicas no cambian, ahora tengo hambre (normal) y no sé si comer algo de mis escasas reservas que me despejará (malo) o aguantar y dormirme así. Gñññññññ (ah, qué placer da gruñir).

P.S.3: Mierda, no tengo instalado el adobe así que Quevedo tendrá que esperar.

P.S.4: Está empezando a llover.

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