jueves, 24 de septiembre de 2009

Me acabo de despertar de una siesta de un par de horas mientras el resto se daban un paseo por Le Marais y ahora se iban a un picnic al Pont Des Arts. Me la suda. Necesitaba dormir y descansar y estar solo porque aunque esté bastante solo la sensación de paz de la verdadera soledad no suelo tenerla estos días. Tuve un examen, no me salió muy bien, ya veremos las notas, espero aprobar raspado, aquí califican sobre 20. Me he deprimido un poco más, después han sido las presentaciones de las prácticas, es decir, el objetivo, etc... Tengo que empezar en Enero y tiene que estar todo resuelto para primeros de Octubre, que es cuando aquí entregan los diplomas. Es decir, las prácticas no pueden durar más de nueves meses y además, atención, hay que hacer una presentación y una defensa ante un tribunal de una media hora sobre el trabajo desarrollado. En fin... putos ingenieros franceses flipados. Algo que he sentido desde que hice el seminario y ver un poco la actitud de la gente es la importancia que le dan a su futuro laboral, a lo que quieren llegar a ser en la vida, a la proyección por ganar dinero y ascender. Y yo no tengo de eso, cuando hacían los simulacros de entrevista de trabajo y ahora hablando un poquito con algunas personas me doy cuenta, bueno ya lo sabía, que no sé qué voy a decir cuando haga una entrevista de trabajo. Yo no quiero llegar a algo, no quiero competir con nadie, solamente quiero que me den un trabajo que me permita tomarme un café cuando me apetezca por la calle pero nada de cosas magníficas o carreras vertiginosas para superar a los demás. Es cierto que a veces pienso que me gustaría enfocar la informática a proyectos artísticos, no a hacer arte informático como puede ser un diseño gráfico o web sino a un proyecto que sirva como herramienta para algo artístico: gestión de un museo, una biblioteca, ayuda a organización de eventos artísticos, etc... pero me da que como no me monte yo la empresa...y no lo voy a hacer. Llegaré y le diré al tipejo entrevistador "deme un trabajo y yo lo haré, no me toque los huevos y no me quejaré". Qué triste, no se lo puedo decir porque no sé usar el imperativo en francés. La alternativa es ser inmensamente rico en muy poco tiempo inventando un Youtube o algo así pero no se me va a ocurrir nada por el estilo y aunque se me ocurra no lo iba a hacer porque soy un puto vago. La vida contemplativa...la utopía del desarrollo tecnológico, eso es lo que yo quiero y he llegado demasiado pronto. Hay quien dice que le gusta vivir en esta época porque habrá visto el antes y el después de un cambio en los sistemas de información completamente revolucionario y tienen razón pero yo tendría que haber nacido dos mil años después cuando el mundo sea una utopía griega donde las máquinas realicen todo el trabajo necesario y los hombres se dediquen a la pintura, la escritura, la música y la filosofía. Se me cae la baba soñando estas cosas.

¿Tendré que ponerme un traje para las entrevistas? ¿De dónde voy a sacar yo el disfraz corbata+zapatos+traje+camisa si no lo tengo completo ni en Madrid?

Cuando volvía a casa vi a una mujer pidiendo en el metro. Veo a un par todos los días pero casi ni me fijo en ellas porque son las típicas que llevan viviendo así más de veinte años y desempeñan su mendicidad como otro oficio cualquiera, vamos, que si a alguna la veo con un café del Starbucks por la mañana poniendo el escenario en su esquina cuando voy a la universidad, no sentiría sorpresa alguna. Lo que me ha conmocionado de esta mujer, y ésa es la palabra adecuada, es que era la típica abuela adorable ideal que todos tenemos en nuestra cabeza. Era una mujer vestida con ropa sencilla, estilo antiguo, gafas y el pelo blanco peinado como si se hubiera puesto rulos. No estaba sucia ni tirada en el suelo, mantenía una postura erguida, digna, lo más digna posible, con una seriedad y un silencio que dolían y con un cartel en la mano que tenía escrito J'ai Faim. Tengo hambre. Me la he quedado mirando un par de minutos, el tiempo que ha tardado el metro en llegar y se me ha caído el alma a los pies. No doy nunca jamás pasta a esta gente, alguna vez perdida a algún músico porque ha tocado algo que me encanta cuando yo pasaba por allí, situaciones muy especiales. A esta mujer le habría dado pasta pero no llevaba una sola moneda encima y en realidad lo que pensaba era en cogerla por los hombros, mirarla y decirle "eh, todo saldrá bien"... pero cogí el metro y me fui a casa. Francia, potencia mundial, Francia que invita a España a las reuniones del G-suputamadre. Francia, como cualquier otro país, una mierda, donde la gente tiene hambre y no se puede dedicar a la pintura, la escritura, la música y la filosofía como a mí me gustaría, por mucha oferta cultural que haya en este país y muchos restos de espíritu socialista. Y al mismo tiempo, los ejecutivos de France Telecom suicidandose. Es una phiesta.

No he encontrado un puto estanco para poder mandar el sobre con la solicitud del abono transporte, tendré que empezar en octubre comprando billetes sencillos. Y esta noche a la discoteca, a ver qué música ponen los franceses en sus garitos chumberos para que bailen los Erasmus. Es penoso, pensar en un lugar donde se hablará más inglés que otra cosa me hace feliz. Creo que mi cabeza va a explotar, cuando llego por las mañanas y tengo que saludar a la gente en francés...si apenas puedo emitir gruñidos hasta pasadas las once joder...

Voy a hacer algo de compra , cena, ducha y jolgorio. Mañana en las clases de UMTS ya me acordaré de los muertos de Cherry y Perry.

Gastado Acumulado Aproximado: 900 €
Me quedan: 140 €

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