jueves, 10 de septiembre de 2009

Pantéón

Llevo despierto una hora y media, son las 10:10 a.m. Ayer bajé tres veces a hacer la colada y no pude, hoy me había puesto la alarma pronto para bajar a ver si había sitio a estas horas de la mañana y he podido. Ahora mismo está funcionando la secadora allá abajo en el sótano de los psicopátas, lo malo es que no sé cuánto dura el programa. El de la lavadora han sido 30 minutos más o menos y ésta ya lleva unos 40 y aún no ha terminado. Estoy hasta el gorro de coger el ascensor y saludar a la gente de mantenimiento y limpieza. He aprovechado y he limpiado el baño, también su suelo y he barrido otra vez y he fregado el suelo de la habitación. He vuelto a frotar el alféizar y he quitado un poco más de la roña pegada ahí desde hace edades.

Estoy escuchando a Josh Rouse, su disco Nashville, gracias a tipejos como éste aún confío en la música de hoy en día, cosa que no suele ser muy habitual. La cuestión es que es una música melancólica pero feliz y optimista al mismo tiempo y de pronto me he encontrado con una frase en la cabeza: "su muerte sirvió para algo". He pensado en lo bonito de dar tu vida por una buena causa, soy de los que piensan que hay ideales por los que se puede morir pero no por los que se pueda matar. Sin embargo, sí, seguiría lanzando rayos fulminantes a mucha gente por la calle y no tendría problema si dejaran de existir. Por ciertos principios que mantengo intactos no degenero horriblemente, cosa bastante fácil si eres una persona que le da muchas vueltas a las cosas. Cuando no piensas, simplemente no te planteas cosas y no degeneras porque no avanzas en ninguna dirección, ni buena, ni mala, ni nada. Te quedas en el estatismo de la ignorancia y la estupidez, que por desgracia es bastante común en la historia universal de la humanidad. La gente no se da cuenta de que aunque ha habido muchos pensadores, científicos y gente que ha contribuido al progreso de la humanidad, en realidad el porcentaje sobre la población total es prácticamente despreciable. Los causantes de ser lo que somos tienden a un 0% y sin embargo son los cimientos de este mundo, es paradójico y curioso aunque por otro lado una casa suele tener muchísimas menos vigas que ladrillos, supongo que es lo mismo. A lo que iba: "su muerte valió la pena". Me parece una gilipollez, valió la pena para la sociedad y en todo caso para la especie, más lejos no se puede llegar. La muerte nunca puede valer la pena para la propia persona por muchos principios altruistas que la gobiernen, la persona tras la muerte no existe y el único punto al que puede llegar es "morir satisfecho" un instante antes del hecho de su propia muerte, concepto que comprendo pero que no entra dentro de los parámetros de mi existencia. Sí, pienso mucho sobre la muerte, lo llevo haciendo muchos años, no de forma agobiante, no sufro, no me vuelvo loco pero pienso en ello una y otra vez. Vamos, que yo jamás podría morir pensando "que vale la pena" de forma racional. El único caso de sacrificio que se me ocurre es salvar en ese preciso instante la vida de otra persona pero eso sería algo puramente irracional fundado en el amor, aprecio que siento por esa persona pero no racionalmente. Racionalmente, fríamente, no creo que lo hiciera, para qué me sirve a mí que otra persona esté viva si yo estoy muerto. Es que parece de un eogismo brutal y no creo que sea así, es que todos tenemos en la cabeza esa idea cristiana de mierda del sacrificio último por el prójimo y es falsa. Si tú te sacrificas dejas de existir y punto, no eres un Dios que sigue teniendo otra forma de existencia, existirás un tiempo en el recuerdo de la gente pero eso no es existir desde el yo, no es nada. El sacrificio, es muerte, es Nada, es algo incomprensible para mí, es la destrucción voluntaria del ser por un "fin mayor". Es cojonante, el único fin mayor que existe sobre el individuo es el de especie y el ser humano ha introducido uno intermedio que es la sociedad, supongo que porque el concepto de especie se diluye muchísimo cuando empiezan a funcionar el cerebro y la razón.

Y de todas formas estoy seguro de que yo también sería objetivo de esa irracionalidad y llegaría a sacrificarme por alguien a quien amo, moriría por salvar su vida y además me costaría poco porque cuando mi parte irracional empieza a funcionar toma el control de forma absoluta y muy conscientemente, es como si apartara despacio y tranquilamente a mi razón y le dijera "las espadas aquí ya no sirven". Conclusión: esto es una puta mierda, la parte racional e irracional del ser humano viven en permanente conflicto y no cuadran igual que las teorías físicas de gran y pequeño tamaño, por este tema como por muchísimos otros. Yo podría morir en una guerra, en un combate en el que me encuentro a causa de la defensa de ciertos principios (y ya me costaría) pero jamás podría darme muerte friamente por el beneficio del colectivo, lo siento pero al colectivo le pueden dar por el culo y yo en todo caso me destierro a Siberia a vivir en soledad. Pero a vivir, que es lo único que tengo. ¿Solo? Sí, yo no tengo mucho problema con eso, pero eso es otro tema y no el de hoy.

Escuchando: Josh Rouse - Life (canción, sí, es la última del disco)


Por primera vez desde que estoy aquí, abro la ventana y el olor de la comida no es de especies infernales sino de un rico guisito. Fui de Picnic con gente de la universidad, no me acuerdo del nombre de ninguno que no conciera de antes, conocía a Jennifer y a Jean Philippe, además de Yannick que fue el que me lo dijo. Quedamos a la 1 y empezamos a comer a las 2:30 más o menos, ¡esperando a gente! Llega a pasar esto en Madrid con cualquiera que esté leyendo este blog y si llega a esa hora no es que no quede comida, es que ya no estamos ni ahí. Lo hicimos en el Parque de Luxemburgo, hay una pequeña explanada de hierba donde muchos grupos de jóvenes hacen picnics, era la escena para la típica foto de los papeles de publicidad del Erasmus. Me habré enterado del 15% de la conversación y eso en tres horas es duro pero bueno. El ambiente era muy agradable, vamos, me sentía fuera del grupo como si estuviera viendo todo con una cámara y viera a un conjunto de gente que podrían ser mis amigos de toda la vida porque se notaba que las conversaciones eran del mismo tipo. Hay un edificio enorme en el centro del parque, que será algo más de un tercio de El Retiro calculo yo, que unos llamaban "castillo" y otros decían que era una ópera o un teatro. Más tarde he pasado yo solo por allí y he visto que era el Senado. Tiene cojones que no lo supieran. Después del picnic me he tomado un café solo con Yannick (4.80 € dos cafés solos, shit your self little parrot) y hemos ido al Panteón. Enorme basílica, he visto la tumba de bastante personajillos históricos: Voltaire, Rousseau, Condorcet, Marat, Victor Hugo, Dumas, etc... no está nada mal pero porque ha sido gratis, pagar 8€ por visitar ese lugar me parece una pasada.La chica de los tickets me ha felicitado para mañana cuando he pedido los tickets con mala pronunciación pero gran sonrisa (jojojo). Yannick se ha pirado y yo me he ido a Saint Julien Le Pauvre, une autre fois, para apuntar lo del recital de Maria Callas. Ya que estaba ahí me he metido dentro y sentado en una de las sillas de pueblo que hay en la iglesia y me he quedado unos diez minutos escuchando Las Variaciones Goldberg, qué placer. Después de comprar un par de postales para poner en la pared, como estaba al lado, he ido a Notre-Dame (sí, joder, siempre quise decir algo así "no tengo otra cosa mejor que hacer y como estoy al lado me meto en Notre-Dame". Morid de envidia, cabrones, morid) que es lo opuesto a la iglesia anterior. La primera es un lugar de verdadero recogimiento y Notre-Dame es un lugar de verdadero acojonamiento, es de esos lugares que me hacen comprender a la perfección cómo se puede creer ciegamente en un Dios si eres un triste personajillo iletrado, si te dicen que ésa es la casa de Dios es normal que digas "Sí, Bwana". Estaba hasta la bandera de turistas de todo el mundo y tenían la música sacra a toda pastilla, eso he pensado al entrar, luego he visto que estaban en plena misa y había un chaval joven que cantaba, y que seguramente sería acosado sexualmente después del acto por el cura (o como se llame) que estaba soltando la chapa en ese momento. Ya volveré a Notre-Dame unas cuantas veces (jojojo ¡morid!). Después me he dado un paseo por la Île de la Cité, escuchando a Nat King Cole, he visto un parquecito de Luis nosecuantos y el monumento a los deportados franceses en la II Guerra Mundial. Es un monumento moderno y no muy bonito pero me ha gustado, es sobrio y escalofriante, como tiene que ser. He caminado un poco, ya iré a ver el mercado de flores cuando esté abierto porque hoy y a esas horas nada de nada, he pasado delante del Ministerio de Justicia y de la entrada a la Saint Chapelle que visitaré uno de estos días con gran delectación. He dudado si coger el metro o no pero finalmente me he vuelto a casa a pata y he pasado por un supermercado a comprar cena y una barra de pan para hacerme un bocata para mañana, así que ahora me toca cocinar. Es cuando me he dado un paseo, escuchando a Peggy Lee, por el Parque de Luxemburgo y por el concurrido Boulevard Saint Michel y la fea Avenue Denfert-Rochereau.

Escuchando: Don Mclean - Vincent
Gasto: 11 €
Gasto Acumulado: 457 €
Me quedan: 433 €
Ya sé que las fotos son de muy mala calidad pero con el móvil no se puede hacer más.
Foto 1: La Muerte.
Foto 2: Lo que queda del señor Voltaire.
Foto 3: La Marianne, es decir, Laetitia Casta, diosa entre diosas.
Foto 4: Lo que queda del señor Rousseau.
Foto 5: Lo que queda de la señora Curie.

2 comentarios:

  1. Te regalaría ese precioso libro llamado Paris Era una Fiesta si no hicieras tanta rabia con Notre-Dame. A disfrutarlooo!

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  2. Tú me das rabia con tus fotos australianas, estamos a la par.

    Precisamente el otro día pasé por una calle del Barrio Latino, cuyo nombre no recuerdo, pero podría volver, en la que hay una placa en la que dice que en esa casa vivió unos años Hemingway y hay una cita de ese libro que dices. Aún no he leído nada de ese señor, ya leeré el par de libros de cultura obligada pero de primeras no me llama mucho la atención.

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