sábado, 5 de septiembre de 2009

Seré breve, que estoy cansado. He ido dos veces a Carrefour y eso que he me levantado ya con agujetas en los trapecios de lllevar las bolsas ayer con tanto peso y "tanto tiempo". Por la mañana he sufrido, por la tarde menos. Creo que ya tengo lo basiquísimo, además de un par de caprichos como unas velitas y el té que compré ayer. Me falta por comprar uno o dos cojines, uno para ver si lo puedo sustituir por la almohada y otro para la silla, que es más dura que la cabeza de Carlos. Ya tenía la sensación de que vivía en un sueño, una mezcla entre una habitación y un supermercado. La gente me mira raro por la calle, si voy feliz silbando me miran como "¿qué hace este tío?" y si voy con mirada huidiza es como si consideraran que fuera Francés y se acercan a mí peligrosamente y me hablan, mi único refugio son mis gafas de sol, yo creo que piensan que soy italiano (Giacomo Vertuccio) si las llevo puestas y por eso no me hablan.

He comido kebab porque estaba demasiado hambriento y hecho polvo como para estrenarme en ese momento en la cocina. Después del segundo viaje a Carrefour sí he ido a la cocina a hacerme un poco de pollo para un bocata y he salido a dar un paseo a Les Tuileries, una parte de la zona. He salido en la Place de la Concorde, como hice en su día, ahora sé que se llama así, entonces ni idea (puto Juanjo, que hacía de guía) y me he parado a ver el obelisco de Luxor. Paseo por le Jardin de Les Tuileries, Jardin du Carrousel, Place de Carrousel, alrededor de la pirámide du Louvre donde he visto ponerse el Sol y el Cour Carrer. Todo recto, no muy difícil. Muy agradable, había bastante gente caminando apaciblemente y atardecía, al principio llevaba rock en el iPod por aquello del ánimo pero al entrar en los jardines me he puesto un discazo de Bill Evans que me ha acompañado a lo largo de ese paseo y algo más cuando he dado la vuelta por la Rue de Rivoli, que es lo más elegante, rico y pijotero imaginable en cuanto a tiendas. La pirámide no es fea pero no está bien puesta ahí, en otra plaza ese complejo de cristal, fuentes-estanque y bancos sobrios habría sido magnífico, aquí produce un choque excesivo y dan ganas de mandar un pescado muerto envuelto en papel de periódico a los que autorizaron y al que diseñó esta cosa (un japoné s loco).

Me acordaba bastante bien de la Rue de Rivoli, porque yo hace años me acordaba bien de las cosas, he pasado por la Rue de Rohan donde hice una foto en su día y por el McDonalds donde zampé con Juanjo y tuvimos aquella conversación clavada de la de Pulp Fiction de "¡le echan puta mayones a las jodidas patatas fritas!", ese rollo. Callejeo una pizca y me llama Phi Linh para decirme que mañana ha quedado con un amigo para ver Inglorius Bastards y me apunto. Versión original, las partes en Alemán y Francés estaré jodido porque solamente tiraré de subtítulos en Francés y en inglés a ver cómo pillo los acentos, después del experiencia del capítulo de The Wire he perdido la confianza. Vuelvo bordeando la Seine por la Quai des Tuileries, los jóvenes hacen picnics en los puentes que lo cruzan. Con una mantita, una botella de vino y algo de comer hay parejas y pequeños grupitos a los lados disfrutando de los últimos rayos de Sol y los barcos-restaurante empiezan a circular, con la compañía adecuada sería puro romanticismo del que hace subir brillo, contraste y saturación de la realidad. Durante todo este paseo, hasta este momento, sé por qué estoy aquí, aunque aún esté o vaya a estar bastante solo este año (no lo sé), esta ciudad es algo impresionante. Se me pasa por la cabeza el "Madrid es un pueblo grande". Saco el bocata y me lo zampo en un plisplás caminando y decido volver a casa a pata. Es una distancia larga, de esos paseos que me gustan a mí que me dejan los pies machacados y que a la mayoría de los mortales (Paloma: "Gándalf ¿cuánto queda?") no se les pasaría por la cabeza ni de coña. Cuando tenga Internet miraré la distancia, seguro que no está mal pero que no es tanto, los franceses exageran con el tamaño de esta ciudad, no así con su grandiosidad. Ya es de noche, el disco de Evans se acaba y paso a una pequeña lista de "café de tarde" que hice para La Canela, saco las cartas, que hace un mes que no las tocaba. Camino, camino y camino. Barajo, barajo y barajo. Cada casa de esta ciudad es un auténtico orgasmo habitable, voy pensando "me encantaría vivir ahí y ahí y ahí y ahí y ahí y ahí". Se me pasa por la cabeza qué pasaría si por alguna remota unión de casualidades, al finalizar el año se me ofreciera la posiblidad de quedarme aquí y terminar la carrera a distancia viviendo en París, los vapores del placer estético me hacen pensar que sí lo haría cuando esta mañana me iba cagando en la leche cada cinco minutos. Bipolaridad día-noche. En mi guía no hay ningún plano del cementerio así que seguramente me esperaré a ir otro día, quizá mañana me de un paseo por el barrio y después de comer vaya más lejos hasta la hora de la cena en casa de Phi Linh, donde intentaré hablar algo de francés en plan clase de "qué has hecho este fin de semana".
Los plátanos que compré en el Fanprix han resultado ser un desastre, de cinco que eran habré podido aprovechar poco más de dos sumando los trocitos que no estaban pochos.

Escuchando: The Blue Nile - A Walk Across The Rooftops
Gasto: 70 €
Gasto Acumulado: 258 €

Foto1: Obelisco en la Plaza de la Concordia. ¿Regalado? por Egipto. Extraído de la entrada del Templo de Luxor.
Foto2: Diana o Artemisa. Parque de Las Tullerías.
Foto3: Pirámide de entrada al Louvre, al fondo el atardecer sobre el parque de las Tullerías.

3 comentarios:

  1. bufff no me da tiempo a seguirte, y eso que sólo empezar me pareció entender que serías breve...sólo espero que estés bien

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  2. Muy buenas Gandalfo,

    La verdad que entiendo tu bipolaridad sentimental y se antoja una experiencia digna de ser vivida. Me alegro que esos franchutes te hagan soltar tu lengua y vuelvas a practicar esos idiomas que no habías vuelto a tocar por vaguerían en las ocasiones que se te presenteban.

    Vete seleccionando un buen fin de semana para ir a verte y buena suerte.

    Hazlo por los vikingos..

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