sábado, 12 de diciembre de 2009

Estoy escuchando a Bruce Springsteen mientras el microondas hace el trabajo de hacer el arroz a la cantonesa (3 delicias) por mí. No tengo ganas de irme a la cocina. Tengo que barrer y fregar mi habitación y baño porque ya han pasado dos semanas y está asqueroso. He hecho la compra y creo que me he pasado comprando y que tendré que tirar alguna cosa cuando vuelva a finales de la semana que viene. Eso o comer como una bestia, que me parece una gran idea. También tengo que hacer la trepidante aventura de la colada, como cada fin de semana.

El sábado pasado tuve un cumpleaños que fue más o menos divertido, nada maravilloso, luego quería continuar y convencí al chino de mi residencia y a la china pseudoteenager para ir a una zona de bares. No encontramos los putos bares y eso que dos personas ya me habían dicho que por allí había marcha. Claro que eran las dos y pico de la mañana y a lo mejor se había acabado todo ya porque los franceses son gentuza diurna. Mis amigos de aquí me dijeron que cuando estuvieron el fin de semana pasado en Madrid fueron felices, que no tiene nada que ver el jolgorio de allí con el de aquí. Lo sé. El caso es que al final acabamos en mi cuarto, no sé cómo porque tres personas no pueden moverse, yo bebiendo cerveza y ellos licorcitos sakosos chinos de los suyos que saben a rayos. Después de un rato de cháchara se pusieron a mirar alrededor a las paredes de mi habitación, que aún necesitan más para estar verdaderamente vestidas. El caso es que se pusieron a mirar las fotos que tengo pegadas encima de la cama, muchas, saqué todas las del álbum y otras que tenía yo de otras cosas y llené ese trozo de muro. Yo estaba cansado ya, más que por fiesta y jolgorio, por estar con gente a mi alrededor y más en mi habitación minúscula. Cuando me dijeron “¿quién es esa?” y yo les contesté “es una amiga mía que está triste”, me contestaron que tenía que quitar la foto porque tener encima de la cama fotos de gente triste da mala suerte. Y les mandé a tomar por culo fuera de mi habitación, tal cual. Carril con sus tradiciones chinas. Evidentemente les puse otra excusa de “cansancio blablabla” pero es que no me jodas ya, hombreeee. Fuera.

La semana que viene va a ser de locos. El lunes tengo clase por la mañana, después de comer tengo una reunión con la responsable de internacionales y el jefe de mi departamento porque se han molestado por una queja semiformal que hice acusando a la institución de falta de madurez en el sistema educativo y falta de ética, pegaré aquí al final la carta que les mandé por si a alguno le interesa leerla. Y después de la reunión, examen.

El martes examen.

El miércoles mi primera entrevista de trabajo, que será desastrosa claro. Y en francés. Y en francés desastroso. Y desastroso todo. No tiene nada que ver las prácticas con lo mío, ni redes ni seguridad, que es lo que realmente me gustaría aprender, ni nada. Es auditoría interna, aprender a utilizar una herramienta de calidad al principio, luego una fase de migración a una nueva versión y finalmente usarla para lo que se tiene que usar. En el fondo hay cosas que me gustan, si no, no había postulado al puesto. La auditoría es modelizar, analizar y encontrar fallos y acusar con el dedo de “esto está maaal y tú eres el responsableeee”, como lo de la reunión con los de la universidad. Y eso siempre me gustó. Luego la solución del problema que se la busquen los consultores. El caso es que además de eso me llamó la atención porque es una división nueva de la empresa, muy pequeña, de dos personas dentro de una empresa considerablemente grande, no sé cuánto, pero es una empresa hotelera europea.

Después de la entrevista, el resto del miércoles y todo el jueves será la megamarathon para poner a punto lo que falte del proyecto, finiquitar los documentos y preparar la presentación y defensa para el viernes a la una de la tarde.


Título: Problema con los alumnos internacionales

XXX me pidió que hiciera una síntesis del asunto y se la mandara por correo. Aunque ya lo he hablado con YYY, la incluyo también en el mensaje porque creo que es conveniente hacerlo, por el tema al que me quiero referir.

Los problemas son dos. El primero es la forma en que se evalúa a los estudiantes internacionales en la universidad. En mi caso podría referirme únicamente a la especialidad de TR pero mis conversaciones con otros en mi misma situación demuestran que el problema es general. Sin hacer referencia a las dificultades extraacadémicas que supone nuestra situación, es necesario hacer notar la dificultad y la gran cantidad de tiempo extra que necesitamos, no solamente para estudiar y preparar los exámenes sino también para realizarlos. Que se evalúe con la misma medida que al resto de estudiantes, en cuanto a tiempo de preparación y tiempo para desarrollar el examen cuando tenemos grandes dificultades lingüísticas demuestra, en mi opinión, una gran falta de coherencia y madurez en la enseñanza.

El segundo problema es cómo se intenta solucionar este primer problema comentado anteriormente. La buena solución, aunque parezca que la actual funciona porque los alumnos están agradecidos de recibir una ayuda de cualquier forma, no es rescatarlos después de ser evaluados o permitirles hacer algo a posteriori para arreglar algo que en realidad no está roto. Eso es poner un parche sin arreglar el problema. La solución correcta es afrontar el problema a priori, que los profesores sean conscientes de él y que sepan ponerse en el lugar de estos alumnos que vienen del extranjero, que cada vez serán más y más y en cómo deben adaptar sus métodos de evaluación.

El principio básico para lograr alcanzar la igualdad es tratar de formas distintas a los que son distintos, así es como se equilibra la balanza. Es un principio, no sólo de organización, también ético sin el cual es imposible alcanzar esta meta. Me entristece no verlo en esta escuela, me entristece volver a mi universidad y en la charla que tengo que dar a los alumnos durante estas vacaciones tener que comentarles este problema, que me parece fundamental, y no poder recomendarles que se animen ellos a experimentar el venir a París a estudiar a esta escuela.

Estaría muy agradecido si, después de comentar esto, pudierais transmitirlo a vuestros compañeros y responsables de otros departamentos y a quien consideréis necesario para que la dirección de la escuela sea plenamente consciente de él.


Escuchando: Sade - The Sweetest Taboo
Gasto: 80€
Gasto Acumulado: 140€

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